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| Foto: Rafa Gonzalez |
Desde temprano por la mañana comenzaban los últimos toques de una salida que sin duda sería perfecta, espera que culminaría al filo de las seis y media de la tarde de ese 26 de mayo, donde Triana tendría la oportunidad de contemplar el semblante de la niña que por nombre lleva Esperanza.
El día era perfecto, tanto en lo referente al clima como al resto de factores que permitieron una salida inolvidable.
Quizá uno de los momentos cumbre de este año fue (entre otros), cuando la Virgen se postraba y saludaba a los enfermos de la residencia diurna Santa Ana en la calle Flota, con una grandísima afluencia de público. Acto seguido pasamos por el corazón de Triana, su calle Pureza y delante de su Esperanza.
Tras ello llegaría otro momento cumbre, que fue cuando el paso de Nuestra Esperanza se llenó de pétalos la calle Antillano Campos, momento sin duda alguna memorable en todos los sentidos.
Caben destacar sin duda otros momentos, como el paso por la capilla de la Estrella o la salida desde el arco de la Hispano Aviacion, en la calle San Jacinto.
Agradecer sin duda el magnifico acompañamiento musical a cargo de la banda CCYTT San Sebastian de Tomares, también agradecer a todos aquellos que hicieron acto de presencia aquel dia, y, como no, a aquellos que han arrimado el hombro para que la salida fuera perfecta.
Escrito por Jesus Cabanillas Vega
